Las plantas crasas (popularmente conocidas como suculentas) se consideran todas aquellas plantas compactas en las que tanto hojas como tallo y raíces se juntan, con el objetivo de almacenar la mayor cantidad de agua posible para subsistir.
El ejemplo más conocido y popular de planta crasa son los cactus. Su forma y naturaleza le permiten permanecer en países con climas secos y áridos en los que llueve muy poco o el drenaje de agua en la tierra es muy bajo. Este tipo de plantas pueden almacenar líquido elemento y subsistir durante largos períodos de tiempo en condiciones de aridez y sequedad.
Que se conozcan, existen más de 6.000 especies distintas de plantas crasas, diviéndose principalmente en:
- Aizoáceas: pequeños arbustos compactos y carnosos. Existen mas de mil subespecies y tienen un color marrón verdoso y no tienen pétalos.
- Cactáceas: Los populares cactus o cactos. Provienen de América, suelen ser espinosos y se cultivan mucho en interiores por su naturaleza y forma característica.
- Crasuláceas: Son plantas del orden Saxifragales. Herbáceas o subarbustivas, suelen encontrarse en el continente africano (zonas muy secas) y dispone de más de 1.200 subespecies.
- Euphorbiáceas: Se localizan en zonas tropicales de América y disponen de un gran abanico de especies distintas. Sus hojas son simples y muchas veces pueden llegar a ser tóxicas.
Algunas de las plantas crasas más conocidas (nombres populares, no técnicos) son los cactus, la rosa del desierto, el Áloe Vera, la siempreviva arbórea, el bejeque, la alcivara, el ágave del dragón, la cabuya, el maguey y el chumberillo de lobo.
Cuidado de una planta crasa
Las plantas crasas suelen crecer mejor fuera que en interiores, y no son precisamente las mejores plantas para una casa. Hay muchas plantas de interiores que no son tan exigentes, pero las crasas tienen bastante resistencia y rara vez se secarán o morirán.
Si en tu país los inviernos son fríos, la nieve será beneficiosa para las suculentas, así que no debes preocuparte. Las crasas están inactivas durante el invierno, y además necesitan un período frío para ayudar a producir mejores floraciones y tallos en las estaciones de primavera y verano.
Cuando una planta crasa se cuida en interiores, a menudo es difícil obtener suficiente luz natural para que pueda realizar la fotosíntesis. Normalmente 6-7 horas de sol por día sería lo ideal, por ello es casi necesario mantener tus plantas cerca de las ventanas o en las terrazas, pero sin dejar que se quemen por el sol, porque a veces la luz del exterior es muy caliente. Las ventanas orientadas al sur tienden a tener mucha luz si estás en el hemisferio norte, mientras que en el este y el oeste el sol es mas suave. Si tus plantas no están recibiendo suficiente luz comenzarán a secarse y pocharse, y eso siempre es sinónimo de peligro.
Piensa que durante los meses de invierno su crecimiento es abundante y sus cuidados disminuyen. Si está creciendo durante el verano, riégalas poco con agua, y espera hasta que el suelo se seque antes de regar otra vez. Durante el invierno, sin embargo, las crasas no necesitan agua, y normalmente se riegan un poco cada 2 semanas. Muchas personas recomiendan incluso menos, pero a menudo la calefacción de tu hogar puede secar parte del agua que almacenan muy rápidamente.
Reproducción
Para lograr una propagación efectiva en este tipo de plantas el proceso es realmente sencillo:
- Debes aprovechar una de sus carnosas hojas (si se ha caído) o cortarla desde la base con unas tijeras o un cuchillo afilado. No es recomendable cortar más de dos hojas a la vez, para asegurar la salud de la planta original.
- Deja la hoja en una zona seca que no sea el suelo (para que no absorba humedad) y espera lo suficiente hasta que la zona de corte esté seca y endurecida.
- Llena de tierra una maceta común y deja la hoja de planta crasa (con la zona de corte seca) justo encima.
- Ahora tocará esperar varias semanas para que la reproducción comience y la hoja empiece a enraizar poco a poco. Riégala lo justo y necesario, sin abusar, y poco a poco irán creciendo hojas hijas mientras que a la vez la hoja madre original se marchita.
- Cuando esto suceda puedes cortar (con mucho cuidado) las nuevas plantas y plantarlas en otras macetas.
Haciendo esto te ahorrarás tener que comprar más plantas sacras en un vívero, ¿no es genial?