Las primeras plantaciones de olivar en seto de secano se hicieron teniendo en cuenta distancias entre ristras de olivos mayores a las comunmente usadas en regadío, de 5 a 7 metros, intentando encontrar de esta forma acrecentar el volumen de raíces que los olivos podían comunmente explotar en el yo. Este suceso debería, de entrada, proveer una mayor disponibilidad de agua y una mayor aptitud productiva para todos los olivos plantados.
Los resultados que se consiguieron durante los años con este modelo fueron mucho más que satisfactorios, en tanto que la reducción de costos que piensa la recolección mecanizada ha mejorado sensiblemente la rentabilidad de los olivares de secano (Cuadro 2).
Régimen abril
Si deseamos continuar robusteciendo nuestro olivar, lo idóneo es continuar sosteniendo exactamente el mismo régimen para continuar aportando no solo cobre a las hojas, sino más bien asimismo nutrientes y frases de combate. La única diferencia que hallará al tratar este mes es que debe achicar su cobre a solo la mitad de lo que usó en el mes de marzo.
En este desarrollo lo que vamos a estar intentando encontrar es batallar las plagas de segunda generación de los Prays, considerablemente más peligrosas, y además de esto dar un sinnúmero de nutrientes precisos para este esencial instante del árbol.
Tratamientos concretos
Desde este instante los tratamientos cambian según el género de cultivo que se realice. Si las aceitunas se recogen para reverdecimiento y las plantas están libres de patologías, no es requisito usar otro régimen fitosanitario. Si bien esto puede depender de la región donde te halles.
No obstante, si la aceituna se marcha a juntar para la producción de aceite de oliva, la situacion es diferente. En el mes de octubre es conveniente efectuar un régimen contra la repelencia. Los artículos fitosanitarios para el olivo premeditados a este fin van a deber aplicarse en el envés y dorso de las hojas y en todo el fruto.
Régimen inicial o preparatorio
Es el primer régimen fitosanitario que se efectúa al olivo. Su primordial propósito es elaborar la planta a fin de que tenga una aceptable floración. Tiene sitio a lo largo de los meses de marzo a abril y va a depender mucho más en concreto de la región.
Los modelos empleados en este paso tienen que contener, más que nada, cobre. El cobre impide que los hongos entren mediante las hojas. Asimismo se aconsejan fertilizantes ricos en nitrógeno para impulsar el desarrollo de primavera.
Muchas patologías y plagas del olivo, conocidas desde finales del siglo XIX, fueron controladas en los últimos tiempos primordialmente a través de la utilización precautorio de ciertos modelos fitosanitarios, sin tener en consideración las especificaciones biológicas de los damnificados. planta.
Los primeros pesticidas fueron compuestos minerales y extractos de artículos naturales como el tabaco, la flor de crisantemo o la raíz de deris. En la segunda mitad del siglo XIX se introdujeron nuevos artículos, como los fungicidas de cobre (el mucho más popular es el caldo bordelés, una solución de sulfato de cobre y también hidróxido de calcio) y los compuestos de arsénico (verde de París y arseniato de calcio y plomo), que sostuvieron su predominio a lo largo del primer tercio del siglo XX, si bien entre las técnicas mucho más tóxicas usadas para el control de plagas del olivo fue la fumigación con hidrocianico, desde principios del siglo XX hasta la década de 1950. en contemplar el árbol con telas destacables y dominarlo a la acción del gas cianhídrico, que suprimió la plaga. Tenía el enorme problema de ser realmente tóxico para el hombre y los animales superiores, con lo que había de ser aplicado por personal enormemente especializado. Fue preciso contemplar los árboles con telas para dosificar los artículos a emplear. La dosis se calculó basado en medidas de la circunferencia de la pantalla complementada con la altura del olivo ahora través de unas tablas se señalaba la dosis de cianuro de sodio y ácido sulfúrico que se requiere para cada árbol. Entre los equipos de aspersión empleados están: aspersores, aspersores de aire comprimido, bombas de balde, aspersores de mochila o carretilla, y distintos gadgets diseñados para empleo en vehículos, tractores y aeroplanos. A inicios de la década de 1940, empezó a usarse en la civilización una exclusiva gama de substancias orgánicas sintetizadas. Estas substancias incluían organoclorados (incluidos el DDT y el lindano) y organofosforados (incluyendo el malatión). Los nuevos pesticidas sintéticos hicieron olvidar los pesticidas a partir de arsénico y podrían introducirse mucho más de forma rápida merced a su menor toxicidad en comparación con los pesticidas de arsénico. Entre las preocupantes patologías del siglo XX presentes en el olivo, podemos encontrar la reptación, que actúa por la aparición de máculas negras o amarillentas en el haz de las hojas que incrementan paulativamente de tamaño ocasionando la caída de el papel. En lo que se refiere al primer medio de control, el régimen con caldo bordelés resultó eficiente, complementado con distintas prácticas agrícolas, muchas de las que asimismo se usan hoy en día:
- La obtenida y posterior quema de las hojas caídas en el suelo, o sepultarlos tras la poda de los olivos, antes de las lluvias vernales y principios de otoño, temporadas convenientes de cara al desarrollo de la patología, con la intención de reducir el inóculo fúngico que se encuentra en estas hojas caídas en el suelo.
- Encalado o adición de las rectificaciónes primordiales en suelos pobres en cal.
- Poda racional de copas exageradamente compactas o aclareo de exactamente las mismas y de toda la planta para beneficiar la aireación interna del follaje.
- Eludir el abuso de fertilizantes, primordialmente nitrogenados y orgánicos, para no acrecentar la susceptibilidad de las plantas a las anomalías de la salud.
- Limpieza de suelos exageradamente húmedos que incrementan el peligro de debilitamiento de las plantas, ocasionando pudriciones de raíces y del leño que de forma indirecta benefician el ataque de este patógeno.
- Eludir la asociación con plantas herbáceas, para sostener el buen estado vegetativo de los olivos cultivados.