Plantas perennes que aguanten frío y calor

El acebo es un arbusto o pequeño árbol con hojas perennes de color verde obscuro con un borde espinoso. Sus frutos colorados intensos recuerdan al ajonje navideño. Medra mejor en suelos semi-sombreados, ácidos y bien drenados.

Fríos hasta -20ºC y elevadas temperaturas

Qué arbustos puedo plantar en mi jardín

Con esta selección de arbustos con flores “todo lote”, divididos en perennes o hoja caduca, no fallarás en tu decisión.

Estos arbustos perennes decoran tanto en el momento en que tienen flores como el resto del año con su follaje. Si te cuestiones qué plantas aguantan el frío y el calor y se sostienen siempre y en todo momento verdes, estas son:

Rosal

Si bien existen muchas variedades de rosales, nos centramos en esta, que es la más frecuente en nuestros hogares y en los países vecinos. Y sí, si bien parezca que una flor tan bonita y apreciada como la rosa es algo frágil y necesita un precaución meticuloso, el rosal es una planta muy fuerte y simple de tener en un jardín de exterior.

Es posible que te sorprenda su resistencia a las temperaturas, y además de esto no necesita enormes proporciones de agua. Si las tengamos la posibilidad bien a lo largo del invierno, en primavera brotarán unas flores hermosas y muy aromatizadas.

Col ornamental, un toque de color para el jardín

Un punto colorido y original en cualquier jardín. Inclúyela entre tus plantas

Pese a su fachada, no pertence a las plantas de jardín que tenemos la posibilidad de gozar en nuestros platos. Como su nombre lo señala, esta col es únicamente ornamental. Algo que se puede alardear por su color, que fluctúa entre el lila, el rosa y el morado. Tanto si decidimos plantarlas en conjuntos como intercaladas con vegetación o brezo, la verdad es que el resultado es increíble.

Lavanda

Las plantas aromatizadas son muy demandadas como plantas de interior por el hecho de que tienen una sucesión de virtudes: simples de proteger, amoldables a cualquier ámbito, lindas y útiles para la cocina, por servirnos de un ejemplo. Entre ellas, la lavanda resalta como entre las mucho más hermosas por su característico color morado y su fragancia.

Los arbustos de lavanda acostumbran a medrar espontáneamente a la vera de cualquier sendero o carretera sin cuidados ni riegos concretos que no sean los naturales que da la lluvia. Este suceso la transforma en una planta rústica y revela su fuerza y ​​resistencia, con independencia del frío profundo y temperaturas superiores a los 30 grados.

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