Papaver nudicaule (Amapola de Islandia)
Plantas herbáceas cada un año, bienales y perennes. Flores rojas, amarillas, naranjas, rosas, malvas, blancas… La primavera y el verano en el campo y en los jardines no serían lo mismo sin las flores de las distintas especies y variedades de amapolas. Esas flores fugaces de amapolas silvestres que tapizan el campo ofertando inspiradoras situaciones bucólicas que sirvieron y sirven de modelo a pintores y fotógrafos expertos y apasionados; las que se arrastran por los campos de cultivo y se transforman por obra y felicidad de los labradores en flora arable o “mala yerba”; los ruderales que florecen a los costados de las vías y sorprenden en las ubicaciones urbanas; y, evidentemente, las que cultivamos como plantas decorativas en nuestros jardines, patios o terrazas.
CUIDADO DE LA PLANTA
En el momento de proteger la amapola es conveniente proseguir unos pasos muy fáciles que se detallarán ahora para sostener una planta sana y perdurable:
- Regar bastante equilibradamente (una vez a la semana, por servirnos de un ejemplo) en tanto que son plantas muy sensibles al exceso de riego.
- Fertilice las especies perennes con un fertilizante mineral unas 3 ocasiones a lo largo de la temporada de floración. Las especies cada un año tienen mucho más que bastante con el abono de forma anual del jardín.
Especificaciones de la flor de la amapola
Esta planta es de tamaño mediano y forma parte a la familia Papaveraceae.
La Amapola
Asimismo famosa como amapola de campo, esta solitaria y fugaz flor tiende a conformar enormes alfombras escarlatas que inspiraron bastante a los pintores a lo largo del periodo de cosecha. La frágil amapola se considera una yerba que está en muchas etnias como el trigo, la cebada, la colza… Bella con sus pétalos rugosos con un precioso corazón colorado y negro refulgente, la amapola es identificable entre todas y cada una. Esta planta originaria del norte de África y Eurasia se ha extendido por doquier, medra y muere en un año, pero se contenta con poco para medrar y restituirse.
¿A qué huele la amapola?
Pero no posee un fragancia portentoso, ni nos soporta, y sacamos de ella algo pérfido que aniquila a varios hombres. La amapola, entonces, va a ser como aquellas personas por las que estamos atraídos y interesados, que hacen que el planeta sea mejor, pero que de ninguna forma debemos atraer junto a nosotros, pues se destrozan a sí mismos oa nosotros.
¿Qué tan enorme es la amapola?