El olivo es fuerte a la sequía, pero responde en buena medida al abastecimiento de agua por cualquier vía. Los árboles bien regados tienden a generar mayores desempeños, al tiempo que el molesto fenómeno de la producción alterna puede atenuarse a través de un sistema de riego racional y bien desarrollado. Generalmente, los olivos cultivados para aceite de oliva necesitan menos riego que los cultivados para aceitunas de mesa. Los olivos productivos se riegan (en el momento en que es requisito) desde el principio de la temporada de desarrollo hasta el comienzo de las lluvias de invierno, puesto que la carencia de agua puede perjudicar de manera negativa el desarrollo de la vegetación y el avance de la fruta. En California, la mayor parte de los productores de olivos riegan en abudancia sus árboles desde mayo hasta junio hasta la cosecha, desde una vez por semana hasta una vez por mes, suponiendo que no llueva a lo largo de ese tiempo. No obstante, hay que tener precaución de no regar en demasía. Según la Facultad de California, la producción de aceite se optima entre un 40 y un 70% de ETC (evapotranspiración del cultivo). La salida mucho más alta está en el radical superior de este rango. La mejor calidad del aceite está en el radical inferior. El riego terminado incrementa los gastos de bombeo, fomenta el desarrollo vegetativo insignificante, puede achicar la floración y incrementa los costes de poda.
Como en otros muchos cultivos, hay sistemas de riego móviles inteligentes y estacionarios que son de empleo frecuente en las explotaciones de olivar. Los sistemas móviles inteligentes no tienen valor de configuración, pero necesitan mucha mano de obra. Los sistemas móviles inteligentes necesitan una inversión inicial y tienen que diseñarse y crearse antes de plantar los olivos jóvenes. Los sistemas de riego del olivo asimismo se tienen la posibilidad de dividir en sistemas de bajo volumen (como los sistemas de goteo, correctos para suelos en pendiente) y sistemas de volumen habitual (aspersores), que tienen la posibilidad de dar una mayor proporción de agua por minuto.
¿Cuándo debo regar los olivos?
A pesar de que los olivos no son muy rigurosos con el género de suelo, necesitan un cuidadoso sistema de riego.
El riego de los olivos es muy eficiente siempre y cuando se coloque en instantes puntuales. O sea, el agricultor debe desarrollar su sistema de riego según la temporada de lluvias, el calor, la temperatura del aire y la aptitud de retención del suelo.
Requerimientos hídricos del cultivo del olivo
La metodología iniciativa por la FAO para calcular el requerimiento hídrico del olivo es la diferencia entre la evapotranspiración máxima del cultivo (ETc) y la precipitación eficaz (Educación física ). El término de evapotranspiración tiene relación a las proporciones de agua que se pierden por evaporación y transpiración del cultivo. Se aconseja regar en periodos en los que ETc sea mayor a Pe.
Las pretensiones hídricas del olivo importan en primavera, en prefloración y en los meses de septiembre y octubre. Entre la maduración de los frutos y el avance del hueso de la aceituna, esto es, desde mediados de julio hasta mediados de agosto, se tienen que achicar los aportes de agua al olivo para eludir que las aceitunas tengan huesos enormes.
Olivar de regadío
Sus especificaciones son:
- Marcos estrechos.
- Alta producción.
- Prominente nivel de intensificación.
Suelo, agua y tiempo
En el momento en que no hay riego para abastecerse de agua en instantes críticos, el olivo es dependiente de la reserva de agua en el suelo. Esta reserva va a estar cierta por la aptitud de acumulación del suelo, la que es de manera directa proporcional a la hondura de las raíces, textura y composición del suelo, contenido de materia orgánica y contenido de elementos gruesos (fotografía 2).
Todos estos componentes actúan de forma directa de manera individual ahora la vez como una parte de una sumatoria.