La rotación de cultivos supone el regreso cíclico de una clase vegetal a exactamente la misma terraza de nuestro huerto tras un cierto número de temporadas. En este sentido lo que haremos es que la huerta se divida en una secuencia de pequeñas terrazas, eras o mesas que son la vivienda de una cierta cultura, y esta cultura se alterna cada temporada. En la horticultura industrial, la rotación de cultivos está obsoleta, puesto que las solicitudes de producción y las especificidades del mercado determinan la utilización de complejos sistemas de fertilización química acompañados de una preparación profunda del suelo.
En un pequeño huerto familiar es aconsejable y conveniente ecológicamente la rotación de cultivos, consistente en cambiar cultivos. Las virtudes de este sistema de cultivo, en el que se establecen múltiples especies, y que se rotan en las eras, se resumen en un viejo dicho latino: «La tierra descansa en el momento en que se cultivan distintas cosas».
Rotación de cultivos
La rotación de cultivos radica en cambiar el cultivo de plantas, exactamente en el mismo sitio y de manera cíclica, de distintas familias y con diferentes pretensiones alimenticias.
Si un año tras otro cultivamos exactamente las mismas especies exactamente en el mismo sitio, en el final solo lograremos un desequilibrio en el suelo, donde en el final unos nutrientes terminarán por agotarse y otros van a estar presentes en demasía.
¿Para qué exactamente sirve?
Hay múltiples causas:
- Agotamiento del suelo: Toda vez que sembramos, las plantas se quedan sin nutrientes y si volvemos a cultivar exactamente el mismo cultivo, si bien fertilicemos, tienen la posibilidad de faltan ciertos nutrientes.
- Plagas permanentes: Lo idóneo sería cultivar plantas que no padezcan exactamente las mismas plagas, por el hecho de que muchas de ellas van a vivir en el suelo o en el monte, y si vuelves a plantar lo mismo, se ser transferido.
- Requerimientos distintas: No es exactamente lo mismo plantar tomates que plantar lechugas, las dos plantas absorben los nutrientes a diferente hondura y no toman exactamente la misma proporción de nutrientes, dando permiso conque el suelo recupere los nutrientes que le faltan.
- No es requisito abonar bastante: Gracias a la distribución de los nutrientes, no requerimos abonar con tanta continuidad y de esta manera eludir que el suelo quede infértil.
Otra forma simple de ordenar la rotación de cultivos en el jardín es llevarlo a cabo en familia. Y para eso, es primordial entender los datos de cada uno. Solo de esta forma vamos a poder comprender las pretensiones de cada uno.
La predisposición de las familias que mostramos es asimismo el esquema que debemos continuar en el momento de plantar.
Ejemplo de plan de rotación de cultivos
- Aun en huertos pequeños tenemos la posibilidad de ensamblar estas 4 partes, tienen la posibilidad de ser sencillamente divisiones en cama de siembra, si bien habría de ser si nota que en huertos mucho más pequeños, es mucho más bien difícil eludir que las patologías se propaguen de una sección a otra.
- Las patatas o patatas y tomates se reúnen por el hecho de que son susceptibles a exactamente las mismas anomalías de la salud. No obstante, si tiene inconvenientes con las plagas tempranas, posiblemente deba dividirlas y no plantarlas juntas.
- Ya que las leguminosas añaden nitrógeno al suelo, en general son consecutivas en la rotación por cultivos frondosos que adoran el nitrógeno, lo que disminuye la necesidad de fertilizante agregada.
- Las raíces rompen y airean la tierra, con lo que es ideal que hayan sido consecutivas por leguminosas a las que les agrade la tierra suelta.
- Ciertas verduras, como la lechuga, el pepino, el melón y la calabaza, no son tan susceptibles a las anomalías de la salud y se tienen la posibilidad de cultivar en cualquier sitio donde haya espacio, pero lo cierto es que de manera frecuente es preferible y mucho más simple planear la siembra para girar todos y cada uno de los cultivos.
