Las palmeras son plantas poco comúnes que están en su estado natural en zonas tropicales y subtropicales de todo el planeta.
No obstante, son suficientemente rústicos para amoldarse a distintas suelos y tiempos y su empleo ornamental está muy extendido en prácticamente todos los países.
Cuidados básicos para el cuidado de un jardín
Antes de comentar los cuidados particulares y mucho más concretos para el cuidado de un jardín y a fin de que tus plantas se desarrollen apropiadamente, te recordamos qué puntos tienes que tener en consideración en primeramente. Si no se dan estos primeros pasos, no lograremos que nuestras plantas se desarrollen apropiadamente.
Localización adecuada
Las palmeras
Logramos hallar palmeras para cultivo exterior o interior, así sea como ejemplares de planta única, formadas en conjuntos, simulando oasis, en combinación con otras plantas o aun aparte de otros elementos ornamentales.
Se usan en jardinería urbana, en jardines públicos o privados, y en interiores, en sitios como salones, corredores e inclusive en la cocina.
Elaborar bien la tierra y alimentarla, indispensable en el momento de llevar a cabo un jardín con palmeras
Sabiendo los puntos puramente prácticos, es hora de reforzar en algo indispensable para llevar a cabo un jardín con palmeras : el lugar de plantación. Que sean plantas poco rigurosos no es homónimo de que no tengan unas pretensiones ciertas y, indudablemente, cuál sea el suelo en el que se confirmen es una de ellas.
Para iniciar, debemos confirmarnos de que tenga un óptimo drenaje: aspecto primordial para su supervivencia, puesto que a sus raíces no les agradan las crecidas de agua. Asimismo es esencial que el suelo esté libre de piedras o algún otro elemento que no permita su desarrollo bajo la área. Y, además de esto, primordial: para plantar palmeras de forma exitosa, es conveniente que tengan un suelo abundante en materia orgánica.
Palmera de Formosa o Arenga
Arenga engleri
La arenga engleri es otra fabulosa clase de palmera para jardines decorativas. Ideal tanto para interior para exterior, su tamaño provoca que parezca un árbol mediano. Endémica de Taiwán y el sur de El país nipón, la planta medra de 4 a 5 metros de altura en espacios relativamente sombreados. La planta no acepta la exposición directa al sol y aguanta heladas de hasta -diez°C, siendo una clase fuerte a la sequía y al frío.