Es verdad que las hojas tienden a amarillear y secarse a lo largo del ciclo vital de la planta. Pero eso no es un inconveniente, es el desenlace del ciclo vital de esa hoja. No obstante, de manera frecuente, las hojas que habrían de ser verdes empiezan a volverse amarillas. Estas causas tienen la posibilidad de ser distintas:
Agua
Así sea por falta o por exceso, las plantas no conseguirán los nutrientes precisos, lo que va a hacer que las hojas se pongan amarillas. En el caso de exceso de agua, las raíces se bloquean y no tienen la posibilidad de absorber los nutrientes, amarilleando las hojas inferiores de la planta.
Las plantas de mariguana precisan un pH tenuemente ácido, entre 6 y 6,8. Si los valores de pH del cultivo están lejos de este rango, las hojas se volverán amarillas.
Clorosis
¿Sabías que las hojas amarillas tienen nombre científico? Tiene por nombre clorosis y se genera por distintos fundamentos que observaremos ahora, conque cerciórate de advertir lo que es necesario para ti.
En el momento en que a una hoja le falta clorofila, nutriente fundamental para la nutrición de las plantas y su color, puede llegar a fallecer, en tanto que no va a poder efectuar apropiadamente la fotosíntesis.
Hojas amarillas por carecer de manganeso
La carencia de este nutriente se identifica en limoneros con hojas con máculas amarillas y secas. Las máculas se brincarán mediante el papel, lo que señala una falta de manganeso. La clorosis va a ser de las hojas mucho más jóvenes a las mucho más viejas y no va a haber enanismo. Se tienen que utilizar fertilizantes como gallinaza o humus de lombriz.
En un caso así, estos síntomas tienen la posibilidad de mostrarse en invierno. Es algo habitual que se va a ir subsanando en el momento en que llegue la temporada de sobra calor, sin precisar utilizar ningún suplemento.
Escenarios de pH incorrectos
Varios cultivadores proveen los nutrientes que sus plantas precisan usando los más destacados fertilizantes y, no obstante, las hojas de sus plantas se vuelven amarillas. Esto normalmente hay que a un nivel de pH bastante prominente en la mezcla de nutrientes de riego.
El pH del agua de riego ha de estar en el rango de 6 a 6,5 puntos a fin de que el nitrógeno y el hierro logren ser asimilados por las raíces de la planta. Una mezcla bastante ácida o bastante alcalina puede evitar la absorción de estos nutrientes y la planta va a tener faltas.