Hongos en el tronco del olivo

Repilo, Vivillo o caída de hoja, es probablemente la patología más frecuente en los olivos en España. Esta patología hace una larga defoliación que desgasta los árboles y hace pérdidas de hasta un 6%, que tienen la posibilidad de ser aciagas, según la incidencia. El agente causal es Fusicladium oleagineum, un hongo concreto del olivo que se lleva a cabo en la cutícula de los tejidos inficionados.

Las esporas o conidias asexuales surgen del exterior de las hojas y dan la habitual coloración obscura de las lesiones. Este síntoma se puede observar en la parte de arriba de las hojas con apariencia de máculas circulares de color cobrizo obscuro a negro, en general con un halo amarillo. Asimismo se tienen la posibilidad de ver lesiones en los nervios centrales del envés de las hojas, en el pedúnculo del fruto y en nuestro olivo. En el momento en que esto pasa, la fruta se cae o se desfigura. A fin de que se genere el contagio debe existir una napa freática o mucha humedad en el ámbito a lo largo de 1 o 2 días. Con una temperatura perfecta para su avance de 15 ºC, si bien puede realizarse en un rango de 5-25 ºC.

Xylella latosa

XYLELLA FASTIDIOSA es una bacteria famosa como ébola del olivo. Entre las anomalías sanitarias del olivo considerablemente más peligrosas. Tiene un potencial nocivo altísimo y, si bien su presencia en España todavía no es altísima, en tanto que unicamente se detectaron casos desde 2016, en Italia está ocasionando graves daños.

En España, el cultivo mucho más perjudicado por esta nosología es el almendro. Xylella causa marchitamiento popularizado y ocaso en los árboles. Las hojas se secan en el borde apical y en las ramas.

Polilla del olivo (Prays oleae)

La polilla del olivo es un pequeño insecto que agrede a estos árboles en casi todas sus construcciones aéreas: flor, hoja y fruto. A lo largo de un año se nutre del olivo con apariencia de tres generaciones: filófagas, antófagas y carpófagas.

Los carpófagos son los mucho más conflictivos, puesto que son polillas que se nutren de las aceitunas de manera directa del árbol. El resultado es que caen al suelo antes que logren ser recogidos. La polilla se combate a través de tratamientos químicos y métodos de control biológico, la liberación de larvas de crisopa. Otra fórmula natural para eludir su aparición es la existencia de elevadas temperaturas a lo largo del verano.

Repilo

El repilo es una patología ocasionada por el hongo Fusicladium oleagineum. Si observas las hojas, descubrirás si está atacando a tu cultivo, en tanto que apreciarás máculas circulares de color obscuro en la viga con un halo amarillo. En la parte de abajo, los hallarás en las costillas centrales.

Si dejamos que la infección progrese, aparte de ocasionar la caída de las hojas, afectará al fruto, ocasionando la aceituna se seque hasta conformar arrugas. Como resultado observaremos como va a caer al suelo adjuntado con su pedúnculo, propio de esta patología.

MEDIDAS DE TRATAMIENTO Y CONTROL

Primeramente, es primordial tener un diagnóstico certero que identifique el agente causal, para esto aconsejamos efectuar un análisis para detectar fitopatógenos en el momento en que aparezcan los primeros síntomas. o se advierten daños en el árbol y de esta manera ofrecer el más destacable régimen para combatirlos.

Dada la naturaleza y ciclo vital de los patógenos de raíces, la información libre para su control es escasa. Las tácticas mucho más correctas son las de carácter precautorio, afines a las recomendadas para batallar los hongos acuáticos Phytophthora sp y Pythium sp, que consisten esencialmente en achicar la tasa de proliferación de la patología creando un ámbito hostil para Fusarium. Por consiguiente, se recomendarían las próximas medidas:

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