Cyclamen persicum, Cyclamen o Violeta de los Alpes es una yerba perenne que se cultiva como planta de forma anual en la estación O.I.P (otoño-invierno-primavera). Tiene raíz tuberosa, su órgano de conservación es un tubérculo globoso o cormo sobre el que nacen las hojas y flores. Continúa en estado de reposo a lo largo del periodo estival y regresa a medrar con el descenso de las bajas temperaturas.
Originaria del Mar Mediterráneo, Europa del Este, las islas del Mar Egeo y Asia Menor, lo que antes se llamaba Persia, en este momento Turquía, Israel, Irak, Siria, Líbano, Jordania y también Van a ir. En su hábitat natural, Cyclamen continúa desactivado a lo largo de los veranos cálidos y secos y lleva a cabo un nuevo follaje. Medra a lo largo del invierno húmedo y frío.
Historia de las ocupaciones del Bonsái
- Comprado en un vivero de Guarne
- Primeros cortes.
Preservar el ciclamen una vez que las flores se hayan marchitado
¿Qué llevar a cabo con un ciclamen tras la floración? El ciclamen de floristería de forma frecuente se considera un obsequio de temporada. Puede ser bien difícil lograr que un ciclamen vuelva a florecer, con lo que la planta con frecuencia se desecha una vez que pierde su hermosura.
Más allá de que sostener el ciclamen una vez que las flores se hayan marchitado es un desafío, terminantemente es viable. La luz y la temperatura correctas son claves para proteger tu ciclamen tras la floración.
Taxonomía
La violeta alpina forma parte al reino plantae, que paralelamente tiene un sub-reino llamado tracheobionta, de la división magnoliophyta, de la clase magnoliopsida, de la subclase dilleniidae, de la orden ericales, familia primulaceae y subfamilia myrsinoideae del género cyclamen, clase cyclamen persicum Mill.
Esta bella planta tiene flores de varios colores, rosas, blancas, rojas, moradas profundas y en ciertos casos combinadas. Se constituye de cinco pétalos articulados, con una fragancia sublime, que va a ser cierta por la altitud y consecuentemente por el tiempo del rincón donde se halle. Su flor es solitaria con una extraña forma descendente y los pétalos con una despacio curva ascendiente.
Riego: Eludir el exceso
La violeta de los Alpes (asimismo famosa por su nombre científico: Cyclamen) precisa un riego profundo pero sin remojar de forma directa el bulbo y eludiendo que se genere un anegamiento de la tierra.
El riego debe hacerse saturando la tierra y después dejando que se escurra bien para eludir un exceso de humedad que finalice pudriendo el tubérculo.