Cómo cuidar una palmera de interior

Acostumbramos a meditar que, por ser una planta tropical, precisa riego incesante. No obstante, la verdad dista bastante de esta creencia. Si bien las palmeras aprecian un sustrato con determinada proporción de humedad, no aceptan en lo más mínimo el encharcamiento. Una razón de peso por la que, entre todos y cada uno de los cuidados de las palmeras, prestamos particular atención a la proporción de agua que les ofrecemos.

A lo largo de los meses de calor deberemos proteger que la raíz de nuestra planta no se seque completamente, en tanto que esto podría ser mortal. Para evitarlo y según las pretensiones de cada planta, lo idóneo es regarla entre una y un par de veces a la semana. Antes de llevar a cabo esto, es primordial revisar que el sustrato está húmedo ingresando un dedo. En los meses fríos, el horario de riego se acorta de manera significativa: es suficiente con regar cada 2 o tres semanas.

Chamaedorea elegans

Chamaedorea elegans o asimismo popularmente conocida como Camadorea, se encuentra dentro de las palmeras mucho más buscadas para adopción y también inclusión en espacios cerrados, eminentemente por el hecho de que no necesita bastante cuidado.

La camadorea o palmera mate se distingue del resto por tener hojas bífidas de color verde claro que tienen la posibilidad de tender a grisáceas, muy similares a las hojas de bambú. Además de esto, su aptitud de desarrollo incrementa siempre y cuando esté en un ámbito con poca luz y la tierra no necesite riegos permanentes.

El suelo

Las palmeras tienen la posibilidad de medrar en una gran pluralidad de suelos, si bien normalmente eligen suelos bien drenados.

Han de ser suelos neutros o tenuemente ácidos y ricos en materia orgánica si proceden de bosques húmedos o selvas, y suelos básicos y mucho más pobres, palmeras de origen desértico o donde sean normales los periodos estacionales de sequía.

Trasplantar

Un fallo que se frecuenta cometer es sostener las palmeras en exactamente la misma maceta a lo largo de años. Esto no es un inconveniente en un corto plazo, pero conforme medran, los nutrientes que había en el sustrato se agotan y las raíces no tienen espacio para continuar medrando. En ese instante, las plantas corren el peligro de enfermarse.

Para evitarlo, sugiero trasplantarlas cada 2 o tres primaveras, siempre y en todo momento en una maceta un tanto mucho más grande.

• Cerciórate de escoger una planta saludable

Escoger una planta saludable es esencial. Una parte de la información que establece que una planta no es saludable es que su suelo huele mal, su suelo está empapado, tiene muchas hojas fallecidas y la planta está muy estirada. Es aconsejable escoger una planta mucho más pequeña y compacta en vez de una palmera mucho más alta y mucho más grande.

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