Quienes cultivan huertas o huertos en el hogar aspiran a que sus plantas medren y luzcan sanas y fuertes, y para esto apelan eminentemente a remarcar su nutrición a través de la incorporación de fertilizantes. Si bien son múltiples los modelos que se tienen la posibilidad de conseguir en tiendas preparadas, hay quienes desean recurrir a abonos mucho más naturales y económicos, logrados desde el empleo de materias orgánicas que están en cualquier hogar, como cascarillas de huevo o plátanos, café molido y aun las malas yerbas arrancadas del jardín.
Abono casero para plantas
El agua de cocción de las verduras, siempre y cuando no sea salobre, se puede guardar y usar para regar las plantas y abonar la tierra. Eso sí, cerciórate de que las verduras sean de origen, opta siempre y en todo momento por las de cultivo ecológico. Ciertas verduras, en verdad, tienen la posibilidad de estar contaminadas con pesticidas y substancias tóxicas con efectos dañinos.
Las algas contienen grandes cantidades de nutrientes, potasio, vitaminas y enzimas que benefician el desarrollo de las plantas. Asimismo se tienen la posibilidad de obtener en las tiendas (en verdad, se utilizan tanto en la cocina como en cosmética). Retire la sal, sumérjalos en un envase lleno de agua y déjelos descansar bajo la tapa a lo largo de unos un par de meses, mezclándolos cada 3 días. El líquido logrado se puede diluir con agua y pulverizar en la base de las plantas.
Fertilización con café
El café es una increíble fuente de nitrógeno para el suelo, aparte de ser abundante en antioxidantes. Para utilizarlo, solo añade los granos a tu compost o espárcelo de forma directa sobre el suelo donde están tus plantas.
Para las plantas es esencial que le logres dar un plus de calcio, pero es primordial no abusar de las cascarillas de huevo, puesto que puedes cambiar el pH de la tierra, haciéndola muy básica y esto no es conveniente para su desarrollo.
Potasio (K)
Incentiva un desarrollo vigoroso y afirma que todo ande adecuadamente. Es como un refuerzo del sistema inmunológico que contribuye a la planta en instantes de agobio, como daños ocasionados por anomalías de la salud o insectos, sequía y bajas temperaturas. La carencia de potasio generará tallos enclenques, cogollos subdesarrollados y bordes amarillos en las hojas, que se vuelven cobrizos.
Además de esto, las Rosas precisan Calcio, Magnesio, Azufre, Boro, Hierro, Cobre, Manganeso y Zinc